Pareja de adultos mayores, asesinados por su yerno

Triste final para una pareja de adultos: su yerno los asesinó para robarles vehículo y 120 mil pesos

Estaban enterrados en vivienda de su propiedad, donde le prestaban al sujeto.
Ahí mismo había otros cuerpos enterrados.

Libreportaldenoticias.com

Tijuana, BC. Los cuerpos de Jesús Rubén López Guillén y María Teresa López fueron encontrados enterrados en una vivienda de su propiedad y el principal sospechoso de su asesinato es un hombre que fue esposo de su hija. Lo hizo para robarlos y ya fue detenido.

La pareja de adultos mayores vivía en Los Ángeles, California, en el condado de Orange, de donde salieron hacia Tijuana el 10 de enero del 2020, para cobrar el dinero de algunas rentas.

El matrimonio iría a un banco, a una casa de cambio y a cobrar rentas de sus propiedades.

Durante su itinerario tenían contemplada la ayuda de su yerno, Santiago, quien los acompañaría a realizar todas las diligencias para que ese mismo día regresaran a Estados Unidos.

Sin embargo, ya no se supo nada de ellos. Norma, hija del matrimonio y esposa de Santiago, intentó localizarlos sin éxito ese mismo día y para el sábado 11 de enero decidió viajar a Tijuana para notificar a las autoridades sobre la desaparición.

Pero luego de varias investigaciones, fueron encontrados enterrados en el patio de una casa de su propiedad, donde vivía su yerno, Santiago N. el cual ya fue detenido. El principal móvil del homicidio, de acuerdo a la Fiscalía General del Estado, fue que el esposo de su hija y otros cómplices, planeaban robarles 120 mil pesos que cobrarían de las rentas de casas en esa colonia, así como quedarse con su vehículo.

María Teresa López tenía 65 años de edad y Jesús López Guillén 70 años.

HALLARON OTROS DOS CUERPOS

En sus primeras declaraciones, tanto a su esposa como a las autoridades, Santiago aseguró que los había recogido en la garita de “El Chaparral” en un “Didi”, un servicio de transporte por medio de aplicación, que los había llevado al banco, a la casa de cambio y luego de regreso a la garita.

Ese mismo fin de semana, las autoridades de Baja California iniciaron con la pesquisa para localizar a la pareja.

APLICACIÓN DEJA EN EVIDENCIA AL YERNO

De acuerdo con la Fiscalía, la versión de Santiago fue contradicha por una aplicación que utilizó la hija de la pareja para localizar el teléfono móvil de su madre y que lo ubicaba en la dirección de la propiedad a la que habían acudido para cobrar las rentas, en la colonia Obrera.

Al menos dos testigos vieron el vehículo en que viajaba el matrimonio en la dirección de la colonia Obrera, según detalla el medio local Frontera.

Tras caer en varias contradicciones, finalmente Santiago cambió su versión y admitió ante Norma que sus padres sí habían cruzado en su pick-up a Tijuana y que no habían regresado a Estados Unidos porque los habían secuestrado y le estaban pidiendo 15 mil dólares para dejarlos en libertad.

Norma notificó esta nueva versión a las autoridades y el 16 de enero detuvieron a Santiago.

Tras el arresto del sospechoso, la Fiscalía obtuvo una orden de cateo y el viernes 17 de enero agentes llegaron al domicilio de la colonia Obrera con perros, picos y trajes especiales.

ESCALOFRIANTE HALLAZGO

En la propiedad del matrimonio había dos departamentos que eran rentados y en uno de los cuartos del lugar fueron encontrados cuatro cadáveres, dos hombres y dos mujeres, la misma mañana del viernes 17 de enero.

De acuerdo con el informe pericial, los cuerpos presentaban múltiples lesiones por golpes y heridas por arma punzocortante. Además, estaban amordazados y amarrados de las manos, según detalla el mismo medio local.

Supuestamente, los cuerpos estaban enterrados y ya en estado de descomposición, cerca de ellos fueron encontrados un “arma tipo machete” y un bate de béisbol.

Los cuerpos de la pareja fueron identificados por su hija, mientras las otras dos víctimas permanecen sin identificar.

EL POSIBLE MÓVIL

Aunque no se ha dado una declaración oficial del móvil del asesinato, las autoridades sospechan que se trata de un conflicto por dinero.

Jesús Rubén y María Teresa fueron a Tijuana con el objetivo de cobrar al menos 120 mil pesos, casi 6 mil 500 dólares, que correspondían a la renta acumulada por dos años de dos departamentos y que estaba en una cuenta de banco a nombre de Santiago.

Éste fue deportado de Estados Unidos hace unos años después de salir de prisión, y desde entonces vivía en la casa propiedad de sus suegros en la colonia Obrera donde la pareja fue encontrada enterrada.
Se sospecha de la participación de otras personas, entre ellas una mujer, actual pareja del sujeto.