Pobreza y elecciones

Huasteca Potosina. – Rosalba tiene 28 años, sus hijos tres y seis, y acudió al mítin de un candidato a gobernador en la cabecera municipal de Aquismón. Es de Alitze, una de las comunidades de alta marginación del municipio. Es mamá soltera porque su ex pareja se fue para Monterrey y ya no se comunicó ni le manda dinero, así que subsiste en las tareas del campo y tiene algunas plantas de café, cuyo grano vende a través de intermediarios. También se va a trabajar en las parcelas, donde la faena le deja de 50 a 70 pesos, que es lo que le pagan al día.

¿Qué comieron hoy tus hijos?

Frijoles, nopales, es lo que comemos, lo que sembramos, tenemos maíz ponemos nixtamal y hacemos las tortillas, tenemos gallinas y comemos huevo.

«Yo quisiera que el candidato si gana que apoyara más a las mujeres, porque en visitas que hago en las casas nos dicen que no hay apoyos para ellas, que los adultos mayores ya reciben pensión, algunos jóvenes y estudiantes tienen apoyos pero las mamás no y son las que batallan”.

Demetrio Hernández Hernández tiene 35 años vendiendo en el mercado Gonzalo N. Santos en Ciudad Valles, junto a otros comerciantes provenientes del ejido Ojo de Agua. Lo entrevistamos mientras un candidato a gobernador hacía un recorrido en esa zona de los mercados.

“Solo andando en campaña pasan, aquí los presidentes municipales se pasean cuando buscan el voto, pero llegando ya ni vienen y vamos a buscarlos a la presidencia y no nos dejan ni entrar o nos dicen que no está, siempre es lo mismo, solo llegan a enriquecerse pero uno sigue igual”. Lo dice, mientras me señala las paredes trasminadas, señalando que urge la reconstrucción de ese inmueble porque el techo se cae a pedazos, cuando llueve gotea y representa un peligro latente. En su comunidad lo urgente es la atención en salud porque aunque hay una clínica no hay medicamentos, y las familias se tienen que venir hasta la ciudad, y pagar por su cuenta las consultas y medicinas.

Guillermo atendía un cliente mientras lo entrevistábamos, a unos minutos de que llegara el candidato a gobernador, en la comunidad Tancuime, municipio de Aquismón. Vende agua de sabores y tepache, y votará por primera vez.

“Acabé la secundaria nadamás, ya no pude seguir estudiando y me puse a vender”.

Dice que muchos de sus compañeros de escuela actualmente se encuentran en Monterrey, Sinaloa, Matamoros, Jalisco, Baja California y otras ciudades, porque aquí no esperaban tener un mejor porvenir. “Al menos que yo vea, el gobierno estatal no hizo nada aquí, hay mucha gente necesitada”.

Reynaldo Sánchez Castro tiene un local en el mercado Valles 85, donde desde hace varios años expende pescado extraído de ríos de esta zona, principalmente el Tampaón.

“Soy apolítico pero me gusta apoyar a la persona, no al partido, analizar las propuestas, los perfiles y creo que es lo que le falta a los ciudadanos. Valles no ha tenido desarrollo desde hace años, hace falta que llegue alguien que de verdad se preocupe por sacar adelante a toda la Huasteca porque es triste ver que tantos jóvenes tengan que irse o que no puedan estudiar a falta de recursos”.

Enrique Priz Villeda, adulto mayor con domicilio en la colonia El Gavilán 1 se acababa de tomar una foto con el candidato cuando lo abordamos. “Hace falta mucho, calles, alumbrado, yo solo les pido que prometan lo que van a poder cumplir, que no se olviden de la gente, con gusto los apoyamos pero que cumplan. Les creemos cada tres años o seis, porque tenemos que creer en alguien».

Manuel Hernández Hernández se convirtió hace unos años en un personaje urbano y se le quedó el mote de “Espinoza Paz huasteco”. Es originario de un municipio del interior de la Huasteca pero lleva varios años en Ciudad Valles. Trabaja en una tienda de productos de importación, y lo podemos ver en “la perrona”, su colorida bicicleta en la que atraviesa varias colonias hasta su domicilio en el norte de la mancha urbana, con música a todo volumen.

“Yo digo que hace falta mucho aquí en Valles porque pasa el tiempo y está igual, faltan calles pavimentadas y otros servicios pero sobretodo empleo, aquí está muy amolado todo, los muchachos batallan mucho porque pagan muy poco, ¿te imaginas cómo le hará el que es jefe de familia y paga renta, tiene tres hijos, y gana 800 a la semana?”.

En la gasolinera de El Pujal, vemos una camioneta repleta de personas, y entre ellos un niño que apenas se alcanza a ver entre el apretado espacio.  Son originarios de Tanlajás, y están regresando a su lugar de origen después de ir al corte de limón. El pequeño iba con su madre. El alcalde de ese lugar, Raúl Rivera Olvera, reconoció que el municipio sigue estando en la lista de los más marginados de la región Huasteca. Calcula que al menos en cada hogar hay un integrante de la familia fuera, en otra ciudad de manera permanente o temporal, por cuestión de trabajo, porque aquí no hay verdaderas oportunidades de desarrollo. Muchas familias se sostienen de la producción de piloncilo y a algunas se les ha dotado de molinos motorizados para facilitar la actividad, pero los recursos, dice, siempre son insuficientes para ayudar a todos.

En el aire se escuchaba el vuelo del “papalote” en el que el candidato llegaba a Tamapatz. Decenas de niños y adultos corrían, esperando tener la mejor perspectiva para ver el armatoste. Es la sierra aquismonense, y nos llama la atención esa escena contrastante. Arriba el aspirante a gobernador, en una nave; abajo, niños mal nutridos, con zapatos roídos, emocionados al ver por primera vez un helicóptero tan cerca. Los eventos políticos se convierten en una fiesta en las comunidades indígenas donde no hay en qué divertirse, así que en cada evento las familias completas acuden a escuchar a los aspirantes.

En Tancuime también captamos la imagen contrastante. Una lujosa camioneta Tahoe blanca estacionada entre la gente, en espera de que el suspirante a gobernar San Luis Potosí termine de hablar. Llegó a gran velocidad y así se retira, dejando atrás esas caritas ilusionadas, esperanzadas. En el lugar escucharon también a una candidata a diputada que ya fue alcaldesa y que nuevamente les asegura que les mejorarán sus condiciones de vida. Acaban los discursos, se comen el plato de zacahuil, se trepan a las camionetas pasajeras – agarrados de mecates para no caerse-, y regresan a casa igual de pobres. Aquismón sigue en la lista de municipios con mayor pobreza en el estado. Mientras, la Tahoe sigue su recorrido, pasando por sinuosos caminos o carreteras llenas de hoyos, y el candidato limpiándose los saludos y besos.

Información del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) en su Informe de pobreza y evaluación 2020, detalla que de acuerdo con los resultados de la medición de pobreza 2018, el 43.4 por ciento de la población del estado potosino vivía en situación de pobreza, es decir, 1 millón 229 mil personas, aproximadamente. El 36.1 por ciento, cerca de 1 millón 021 mil 400, estaba en pobreza moderada, el 7.3 en pobreza extrema (alrededor de 207 mil 600 personas). El porcentaje de pobreza en San Luis Potosí es 1.5 puntos porcentuales mayor que el porcentaje nacional, que es de 41.9 por ciento.

NO TENEMOS IDENTIDAD ÉTNICA

El antropólogo Guillermo Ahuja Ormaechea nos dice cuáles podrían ser los motivos por los que, generalmente, los indígenas eligen a un alcalde “güero” como autoridad municipal.

“Estamos en una región donde siempre ha estado la presencia del cacique; podríamos rememorar la Colonia en la que se refleja la conquista, el sometimiento. Las personas de tez blanca tenía asegurado que se volvería “gente de razón”, y en la región seguimos teniendo casi esa connotación, ganan los güeritos porque se le ve como el patrón, como el que puede lograr el desarrollo pero ya está demostrado que no es así, pero la gente se deslumbra con  el aspirante que se ve con más dinero y no siguen por ejemplo a un indígena o que ven que es pobre».

ESTAMOS DESINFORMADOS

El candidato a diputado César González García refiere que una constante en su diálogo con ciudadanos, es que no saben cuáles son las funciones de un legislador y lo peor, muchos no conocen a su representante actual. “Es lo malo que la gente no analice los perfiles, se deje llevar o deslumbrar por lo que el candidato le pueda dar a cambio del voto, y por eso es lamentable que en las elecciones muchos no acudan a votar, por la misma decepción que les dejan los que no trabajaron, pero hay que informarnos y sobretodo ir a ejercer ese derecho a las urnas”.

Recuerdo hace ya más de una década la entrevista con Lucio, un hombre de más de 50 años, de una comunidad de San Antonio, a quien le preguntaba qué había pasado con su búfalo. Él fue uno de los beneficiarios de un programa en el que el gobierno estatal, a través de la dependencia encargada de los asuntos que tienen que ver con el campo, entregó un búfalo a productores de piloncillo, para que los utilizaran en el trapiche. «El mío solo dio una vuelta, no quiso más y se echó a descansar, no sirvieron para eso, todo el día querían estar adentro del agua», me dijo un productor de Poytzén, Tancanhuitz. El de Lucio fue a parar en la panza de compradores de una carnicería de Coxcatlán porque ahí lo vendió, después de que el animal lo cornó y le provocó fractura en la nariz. Claro ejemplo de malos gobiernos, porque el programa fue un fiasco pero sí se erogaron millones de pesos del erario.

El Coneval expone que la pobreza extrema en el 2018 se redujo en 8.1 puntos porcentuales al pasar de 15.4 por ciento a 7.3 por ciento.

Pero a doña Teresa y las otras cuatro mujeres de la tercera edad comisionadas en Tancuime para dar la “bienvenida» a los candidatos colgándoles un collar de flores, vestidas con su atuendo tének, esas cifras no les representan nada.

En casa no hay a veces ni frijoles.

Imelda Torres, reportera.