«DESDE ESE DÍA SAN LUIS YA NO VOLVIÓ A SER EL MISMO»
ASÍ RECUERDAN AL “COMANDANTE JIMMY”, EL SECRETARIO DE SEGURIDAD ASESINADO HACE 13 AÑOS
Libreportaldenoticias.com
San Luis Potosí, S.L.P. – “Desde entonces, San Luis ya no volvió a ser el mismo”.
Con nostalgia, hoy se recuerda el aniversario número 13 de la muerte del que era Director de Seguridad Pública del Estado, Jaime Flores Escamilla, el “Comandante Jimmy”, como lo conocían los agentes de la corporación.
Hoy, en redes sociales lo recuerdan como el mejor jefe que ha tenido la institución de seguridad, mientras que ciudadanos señalan que desde ese fatídico día, la capital potosina ya no volvió a ser la misma, porque desde entonces la violencia ha quitado la tranquilidad a las familias de esta zona metropolitana.
Esta es la nota publicada por el periódico La Jornada el viernes 14 de septiembre de 2007.
Grupo armado asesina al director de Seguridad Pública de San Luis Potosí
La Jornada San Luis; Sergio Ocampo Rubén Villalpando (Corresponsales, y Notimex)
Jaime Flores Escamilla, titular de la Secretaría de Seguridad Pública de San Luis Potosí, fue asesinado cuando circulaba en esta camioneta por calles de la capital potosina.
El director de Seguridad Pública estatal de San Luis Potosí, Jaime Flores Escamilla, fue asesinado por un grupo de seis hombres que portaba fusiles de asalto AR-15 en el fraccionamiento Valle Dorado de la capital, informó el subprocurador de Averiguaciones Previas de la procuraduría local, Héctor Vega Robles.
Alrededor de las 15 horas, el jefe policiaco recibió una llamada telefónica que lo obligó a estacionar su camioneta, en la que viajaba con su esposa y uno de sus hijos, de 11 años de edad, en la esquina de las calles Alejandrina y Rutilo Torres. Antes de descender de su vehículo, detalló el funcionario, Flores Escamilla fue sorprendido por varios individuos armados, quienes abrieron fuego en su contra, dando en el blanco en cuatro ocasiones. Sus familiares resultaron ilesos.
Dijo que en el lugar se encontraron 40 casquillos de los proyectiles que dejaron destrozada la camioneta Suburban en la que viajaba el jefe policiaco.
De acuerdo con testigos, los agresores huyeron en una camioneta Suburban, color blanco, y un Volkswagen Bora, color rojo, sin que se conozca su paradero hasta el momento.
El atentado provocó una fuerte movilización de elementos de la policía ministerial de estado, de la dirección general de Seguridad Pública, del Ejército Mexicano y de la Agencia Federal de Investigación.
Luego de retirar el cuerpo de Flores Escamilla, los elementos policiacos se trasladaron a un restaurante del poniente de la ciudad de San Luis Potosí, donde detuvieron a Batruel Barral.
Según fuentes policiacas, este individuo reconoció la autoría material del asesinado, pero no dijo las causas, y fue trasladado al edificio de Seguridad Pública estatal para que rinda declaración.
Jaime Flores Escamilla, titular de la Secretaría de Seguridad Pública de San Luis Potosí, fue asesinado cuando circulaba en esta camioneta por calles de la capital potosinaFoto: Notimex
El director de Seguridad Pública estatal de San Luis Potosí, Jaime Flores Escamilla, fue asesinado por un grupo de seis hombres que portaba fusiles de asalto AR-15 en el fraccionamiento Valle Dorado de la capital, informó el subprocurador de Averiguaciones Previas de la procuraduría local, Héctor Vega Robles.
Alrededor de las 15 horas, el jefe policiaco recibió una llamada telefónica que lo obligó a estacionar su camioneta, en la que viajaba con su esposa y uno de sus hijos, de 11 años de edad, en la esquina de las calles Alejandrina y Rutilo Torres. Antes de descender de su vehículo, detalló el funcionario, Flores Escamilla fue sorprendido por varios individuos armados, quienes abrieron fuego en su contra, dando en el blanco en cuatro ocasiones. Sus familiares resultaron ilesos.
Dijo que en el lugar se encontraron 40 casquillos de los proyectiles que dejaron destrozada la camioneta Suburban en la que viajaba el jefe policiaco. De acuerdo con testigos, los agresores huyeron en una camioneta Suburban, color blanco, y un Volkswagen Bora, color rojo, sin que se conozca su paradero hasta el momento.
El atentado provocó una fuerte movilización de elementos de la policía ministerial de estado, de la dirección general de Seguridad Pública, del Ejército Mexicano y de la Agencia Federal de Investigación.
Luego de retirar el cuerpo de Flores Escamilla, los elementos policiacos se trasladaron a un restaurante del poniente de la ciudad de San Luis Potosí, donde detuvieron a Batruel Barral.
Según fuentes policiacas, este individuo reconoció la autoría material del asesinado, pero no dijo las causas, y fue trasladado al edificio de Seguridad Pública estatal para que rinda declaración.
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Pero, a 13 años de distancia, medios informativos locales documentan que jamás hubo justicia por el asesinato.
En la página El Blog Policías Estatales Slp, refieren que esa fecha fue “cuando al Gobierno en turno le tocó a la puerta el crimen organizado y éste le abrió, sin que al día de hoy pueda cerrarla”.
“El Director de Operaciones de esos tiempos, el mal mencionado comandante Cabrera, lejos de Iniciar un operativo como correspondía se puso a llorar y miedoso no atinaba qué hacer. Y qué decir del flamante y súper Policía Federal y Comisario Marco Antonio Novella que no salía de su asombro y terror que se reflejaba en sus manos temblorosas atendiendo sin dejar de ver el aparato telefónico como esperando una llamada que lo despertara de una realidad que hasta el día de hoy No Hay Gobierno que pueda Cerrarle la puerta a la impunidad con que la delincuencia organizada y común impere en el estado potosino…”.
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Agentes de la corporación hoy encabezada por el Policía Federal Jaime Ernesto Pineda Arteaga aseveran que el Comandante Jimmy ha sido el mejor mando que ha tenido la institución porque era “de academia, de banqueta, sabía lo que era andar en la calle”.
“Cómo olvidar ese día. Ver cómo lo dejaron en su camioneta.
La desesperación de su esposa. Muy cierto nadie de los judiciales que llegaron en el momento sabían que hacer, peleando entre ellos mismos por las falsas alarmas que les decían. Recuerdo ese día como si hubiera sido ayer. La imagen del comandante sangrando. La camioneta como coladera por toda esa descarga de balazos. Descanse en paz, Dios lo tenga en su gloria”.
“Un gran comandante que se paseaba por todo el edificio saludando y bromeando con todos nosotros. Que jamás nos cerró la puerta de su oficina y a todos los que nos acercábamos nos atendía y nos resolvía nuestros problemas, como él hasta ahora ninguno ha llegado a ocupar la dirección de SSPE porque él se ganó su lugar con esfuerzo”.
