Cumpliste 25 años Alexis, y tu madre no pudo abrazarte
Alexis y su hermano Arturo están desaparecidos desde agosto de 2012 en Tamaulipas.
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Tamuin, S.L.P.- Sufrir la ausencia de un ser querido debe ser muy doloroso. Tener a dos, más. Edith Pérez Rodríguez ya lleva 8 años y medio con el dolor de no tener a sus dos hijos varones: desaparecieron el 14 de agosto de 2012 a inmediaciones de El Mante, Tamaulipas. Ellos, una prima, un primo y su tío.
Hoy 15 de febrero Alexis Domínguez Pérez cumplió 25 años de edad y su madre no pudo abrazarlo.
«Alexis Dominguez mi Titititos Hermoso, el tiempo ha transcurrido inexorablemente, lo quise detener pero es imposible cuando me pregunta alguien cuantos años estarás cumpliendo, 25 años mi muñequito.
Miro a niños de tu edad e imagino tu cara sonriente, tu apuesta figura, sé que estás muy guapo y varonil, ya todo un hombre.
Muero hoy una vez más por no poder abrazarte, apretarte y bailar, sé que nuestros corazones están tan unidos que yo escucho los latidos del tuyo y cuando hay la oportunidad nos hablamos quedito y escucho tu voz amorosa diciéndome cuanto me amas y que siga que continúe y así lo hago día a día esperando el momento de tenerles en casa. Por qué así será.
Espero mi rey que donde quiera que te encuentres sepas que te Amamos, que aprendí de ti a siempre tener una sonrisa para todos y esa bondad de sobra que en ti emanaba por que querías tanto, amabas tanto y sin limites…
Nuestros cuerpos están separados mi Chelo pero nuestros corazones jamás!
Felices 25 Tititos Hermoso!».
Perder un hijo es doloroso. ¿Perder dos qué es?
Edith Pérez Rodríguez perdió a sus dos únicos hijos varones: Alexis Domínguez Pérez de 16 años, y José Arturo Domínguez Pérez de 20.
El andar ha sido similar, y el resultado también. Sus hijos no están con ella, y no hay palabras, ni abrazos, ni boletines institucionales que puedan mitigar su dolor. En diciembre pasado, como una de las fundadoras de la asociación Voz y Dignidad por los Nuestros, recibió el Premio Estatal de Derechos Humanos en San Luis Potosí pero, igual que su hermana, dice que son premios o reconocimientos que no deberían existir, simplemente porque no debería haber personas desaparecidas.
«…Sus camas se encuentran esperándolos, Rufus siempre guardián y tus espuelas mi Titititos, años que no quiero que cuenten y que quisiera borrar de la historia de nuestras vidas… El tiempo ha transcurrido con tanto dolor, impotencia, rabia, llanto que no cesa, es tan difícil describir lo que se siente que No estén en casa, ni en ningún otro lugar… muertos en vida hemos tomado fuerzas de donde sea para sobrevivir y no acabar muriendo sin saber dónde están, mi mayor miedo es No poderlos rescatar de donde están. Les juro que regresarán a casa y volveremos a estar juntos como antes, los buscamos y los encontraremos. Hasta que la vida se me acabe».