Asesinan a balazos a ex regidor

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CIUDAD VALLES, S.L.P. – El ex regidor del PAN Alberto Zúñiga Hervert murió a tiros esta mañana al ser atacado mientras se encontraba desayunando en un negocio de comida, en la entrada a la Delegación El Pujal.

Poco antes de las 7 de la mañana se recibió el reporte en el sistema de emergencias sobre una persona baleada, por lo que al sitio llegaron agentes de la Policía Municipal y Estatal, así como paramédicos de la Cruz Roja.

«Beto» Zúñiga estaba sobre el suelo, sangrando, y cuando fue revisado ya no tenía signos vitales, por lo que pidieron la presencia de peritos de la Fiscalía, y además llegaron agentes de la Guardia Nacional División Carreteras.

El suceso fue a orilla de la carretera federal 85, tramo Valles -Tamazunchale, afuera de un comedor, donde él y su hijo almorzaban, al amanecer.

Se menciona que el ex funcionario de la pasada administración llegó al sitio, y en eso un sujeto que ya se encontraba en el lugar se acercó a él y le disparó. Alberto quiso esquivar las balas, pero el hombre lo siguió y se escucharon más disparos afuera. Cuando salieron a ver, se encontraba tirado, herido en el abdomen y en una pierna. El atacante supuestamente huyó corriendo.

Beto quedó a escasos pasos de su camioneta, una Toyota color plata. Se menciona que su hijo se dio cuenta de todo.

Alberto Zúñiga Hervert fue regidor por el PAN en la administración 2015 – 2018 que encabezó Jorge Terán Juárez. Era comisariado del ejido Tantobal, y representante de otras comunidades, hacía ayudas sociales y gestiones para estos poblados que lo vieron crecer. Era hombre de campo, productor cañero, y hace días en las elecciones de la asociación cañera del Ingenio Plan de Ayala resultó electo como suplente del dirigente, Eduardo Martínez, quien por cierto estuvo en el lugar de los hechos, consternado.
Beto también era encargado de la gasolinera ubicada no muy lejos de Él Pujal.

«BETO ERA BUENA GENTE», «EL VAQUERO ERA RAZA»

Al lugar fueron llegando decenas de personas, y se distinguía entre ellos a dos con uniforme de la gasolinera en la que era el encargado. A unos 20 metros se oía el sollozo y en momentos el grito de dolor de una mujer. «No, compadrito, compadrito».
Familiares y conocidos no daban crédito. El cuerpo de Alberto Zúñiga estaba inerte en el suelo, semicubierto con una sábana azul, a unos pasos de su camioneta plateada.

Unos minutos antes de las 7 se recibió el reporte en el sistema de emergencias sobre «un baleado en El Pujal».
Llegaron agentes de la Policía Municipal, de Seguridad Pública del Estado y Guardia Nacional División Carreteras.
Los paramédicos de la Cruz Roja ya habían revisado el cuerpo y solo confirmaron que ya no tenía signos vitales.
Poco a poco se fueron escuchando las versiones. Beto se encontraba dentro del comedor, cuando un sujeto que estaba en otra mesa repentinamente se paró y le apuntó con una pistola. Beto caminó en un intento por protegerse pero el hombre lo siguió y solo se oyeron más disparos afuera.
Su cuerpo quedó en el sitio, a unos pasos de su camioneta y a unos metros de la carretera federal.
Dicen que el atacante huyó corriendo del lugar. A esa hora apenas estaba amaneciendo.

También se menciona que su hijo fue testigo de los hechos. Se le veía en ratos tranquilo, pero al momento de que el cuerpo fue levantado y subido al vehículo de la funeraria rompió en llanto. La familia se abrazaba, se daban consuelo, pero no alcanzaban a asimilar que su ser querido ya no estaría con ellos.

«En la mañana pasó por la casa y me pitó», dijo uno de los hombres que, en camionetas o a pie, e incluso en autobús, fueron llegando al sitio. Muchos querían confirmarlo con sus propios ojos, o pensaron que solo había sido herido. «Era buena gente», «El compadre era bueno», «El vaquero era raza», decían.

Alberto Zúñiga Hervert tenía poco más de 40 años y como reporteros tuvimos más trato con él cuando fue regidor del PAN en la pasada administración encabezada por Jorge Terán. No hace mucho lo habíamos entrevistado, y luego lo vimos el día de la elección de la Unión Local de Productores de Caña de Azúcar del Ingenio Plan de Ayala, donde quedó como suplente del presidente electo. Beto era buena gente y solía bromear y reír, era amable. También era autoridad ejidal en este sector del sur del municipio.

En redes sociales sus allegados expresan dolor por su deceso, y de igual forma se encuentran sorprendidos y consternados por el hecho.