«Cuando yo esté ahí no voy a tratar así a la gente»: la historia de el Ja’ub
«CUANDO YO ESTÉ AHÍ NO VOY A TRATAR ASÍ A LA GENTE»
SU PRIMER «TRABAJO» FUE A LOS 6 AÑOS, Y CON LOS CINCO PESOS QUE LE PAGARON COMPRÓ PARA HACER PAPAS A LA MEXICANA.
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San Antonio, S.L.P.- Cuando en el 2018 supe que había ganado la coalición que encabezaba Morena en San Antonio, me dio mucho gusto. No conocía a Yoni pero ya me habían platicado de él, así que me emocioné de que hubiera ganado.
Edyuenari Gregorio Castillo Hernández es conocido como Ja’ub, que en tének es amigo. Nació en la cabecera de este municipio ubicado en el corazón de la Huasteca Potosina, uno de los que por años, ha estado en la lista de los más marginados del estado.
Yoni creció en una familia trabajadora, su papá ha sido albañil por mucho tiempo, así que en esa labor tuvo que involucrarse también desde pequeño. Aún no olvida la «calentura» que le dio después de la friega del primer día en la obra.
Ya después quiso independizarse y superarse, así que dejó su casa a edad temprana.
¿Cómo fue su etapa de juventud?
Es muy difícil trabajar y estudiar al mismo tiempo, en mi caso soy el hermano mayor y tenía ese compromiso de poner el ejemplo. Agradezco haber pasado por etapas buenas, por etapas malas, porque eso te va formando y hacer crecer como persona. Ahora tengo una hermosa familia, una esposa e hija, y Diosito me dio la oportunidad de servirle a San Antonio».
La gente le reconoce el trabajo que ha hecho en el municipio.
«Trabajamos para la gente, cada peso que entró es cada peso que gastamos. Los bienes que tengo los tengo desde antes. En San Antonio logramos mover los corazones, les dimos a ver que había otra forma de gobernar, no solo una, hemos logrado la confianza de la gente y eso es muy difícil porque la gente ya poco cree en los políticos».
Cuándo supo que quería ser presidente?
En el 2009 fui testigo de una injusticia y dije, cuando yo esté ahí no voy a tratar así a la gente, cuando llegue al menos un vaso con café pero los voy a atender y así luché y luché, en el 2012 me la jugué, no gané, seguí trabajando y en el 2018 se hizo realidad mi sueño de ser presidente, hay que darle todo al tiempo».
SU PRIMER TRABAJO A LOS SEIS AÑOS
Yoni creció en un ambiente familiar de esfuerzos, de trabajo. A los seis años fue «contratado» por don Hilario para ayudarlo en su negocio de verduras.
«Ganaba 5 pesos y la primera vez que me pagó me acuerdo que compré limones porque tenía ganas de un agua de limón, compré papas, chile, cebolla, tomate porque quería almorzar unas papas a la mexicana».
Después de eso, a los 9 años se fue de albañil con su papá y el primer día le tocó ayudar en un colado.
«Estuvo muy pesado que me enfermé, me dio temperatura pero tuvimos que aguantar y seguirle».
A los 16 años salió de casa e ingresó al CBTIS y luego al Instituto Tecnológico de Ciudad Valles.
«Trabajaba y estudiaba todos los días, para mí no había fiestas. Me acuerdo que a veces no traíamos ni para comer y entre varios nos cooperábamos para comprar huevo, tortillas y cuando se podía, una coca».
Emigró a la zona metropolitana de San Luis Potosí capital donde trabajó un tiempo y participó en la creación de una empresa mezcalera.
Su corazón siempre estuvo en San Antonio, así que regresó y aquí formó su familia.
Quien me había hablado de él me dijo que una de las cosas que la gente le pedía en la campaña pasada, fue que no fuera a «dejar» a su esposa por otra, que porque es lo que luego hacían los alcaldes.
Yoni tiene el cariño de mucha gente y lo hemos visto. Lo demuestran con abrazos, con palmadas, con palabras, le dan flores, racimos de plátanos, calabacitas y otros productos recién cortados de sus casas, los niños le hacen dibujos, los músicos le componen canciones. El JA’UB se ha ganado el cariño de la gente y cuando le hablamos de ello, su cara de emoción nos dice que el afecto es mutuo.
